2 de junio de 2011

Para reflexionar: Feminismo Práctico por María Pazos

En el ambiente festivo y solidario de las actuales movilizaciones en España, el único incidente conocido, la única censura, fue la retirada de una pancarta feminista y el abucheo a quienes la colocaron. No debe sorprendernos: la ideología dominante nos invade a todos/as, desde la Plaza Tahrir a la Puerta del Sol. En todos los países, en todos los periodos históricos, el patriarcado no se sostendría sin la configuración del género masculino como rechazo de lo femenino, sin esa violencia simbólica escrita en el cuerpo de las mujeres, sin nuestra propia interiorización de la dominación masculina. Y como escribió Keines: "La dificultad no reside en comprender nuevas ideas, sino en rehuir las viejas, que penetran hasta el último rincón del cerebro de aquell@s que, como la mayoría de nosotr@s, hemos sido educad@s en ellas".

¿Qué hacer?
La discusión teórica es importante, pero estoy convencida de que la batalla se ha de ganar en la práctica. Es difícil, o imposible, acabar en una sola sesión con todo lo que lleva a alguien a afirmar que feminismo es machismo pero al revés. Sin embargo, no podrán rechazarse las reivindicaciones feministas concretas si apelamos a las ideas de justicia y solidaridad, si demostramos que no se trata ni más ni menos que de no olvidarse de temas importantes que nos afectan a todos/as.

Por ejemplo, ¿alguien podría negarse a pedir la universalización del derecho a la educación infantil desde los 0 años?
No figura en la lista de reivindicaciones aprobadas por ahora, aunque se habla de servicios públicos. Me temo que, una vez más, los chicos tienden a olvidarse del cuidado de niños/as, como nunca les ha concernido... Pero no creo que lo rechazaran si se les recuerda.

Otro ejemplo: en los manifiestos se habla de 'aplicación de la Ley de Dependencia'. Supongo que no se les ocurre que la actual LD esclaviza a las mujeres cuidadoras. Si se les explicara, no creo que no pudieran comprender que hay que eliminar la paguita (artículo 18) y universalizar los servicios públicos.

¿Y cómo negarse a incluir la reivindicación de permisos iguales, intransferibles y pagados al 100% para cada progenitor/a? Es algo que beneficia a todos/as, aunque sea especialmente vital para las mujeres. Solo falta que lo saquemos a relucir en las asambleas para que inmediatamente se visibilice la injusticia que supone que a los hombres no se les conceden derechos para que puedan asumir sus tareas de cuidado.

Es más, ¿qué persona solidaria podría rechazar la reivindicación de 'ni una persona por debajo del salario mínimo ni fuera del Estatuto de los Trabajadores'? Pues eso lleva inmediatamente a pedir la inclusión de las empleadas de hogar en el Régimen General de la Seguridad Social, la eliminación de los incentivos al tiempo parcial (contrariamente a la lista que, aunque habla de penalizar los contratos temporales, se refiere peligrosamente a aumentar las facilidades para las reduciones de jornada y 'la conciliación'). Y así sucesivamente...

Me he referido aquí a algunos temas económicos (más en www.feminismoantelacrisis.com), pero lo mismo podría aplicarse a la exigencia de medidas efectivas contra la violencia de género, derechos sexuales y reproductivos, educación, etc etc.

¡Ánimo, compañeras!



Extraido del blog de María Pazos

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