27 de septiembre de 2007

Cine: Madres, esfuerzo para impedir que se pierda la memoria

San Sebastián, 24 de septiembre. “Hay ocasiones en que es difícil contarle a las personas su propia historia; en general son preferibles los héroes de ficción a los de la realidad”. De ahí parte el documentalista argentino Eduardo Walger, quien presenta en Especiales Zabaltegi su documental Madres, en el que retrata la lucha de 17 mujeres, todas ellas con hijos desaparecidos durante la dictadura argentina, e integrantes del colectivo Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.

Tres años de trabajo y 45 horas de entrevistas sirven para impedir que se pierda la memoria: “decía Agumedo que después de un genocidio tienen que pasar 30 años para que las personas puedan reaccionar. En Argentina hubo terrorismo de Estado, eso significa la paralización del alma popular. La gente tenía miedo y todavía da miedo, por ejemplo, la desaparición de Julio López (testigo de cargo en los juicios contra torturadores de la dictadura argentina, quien desapareció el 18 de septiembre de 2006), además de una venganza personal de Miguel Etchecolatz (ex jefe policial), que revive el miedo. Julio (de 77 años) desapareció por decir la verdad”.

En el contexto de ese temor subyacente, el documental tiene otra responsabilidad, además de conservar el recuerdo de estas mujeres, “no generar más miedo en el espectador”, pero sí moverlo a la reflexión, a que se cuestione sobre lo que pasó, señala el director y guionista.

Se trata de una película dura, pero tiene humor también. “Hay momentos en que te ríes porque las madres son muy divertidas. La militancia en general es divertida, es algo que está vivo. Te cuentan anécdotas que no puedes creer y haces catarsis porque hacen a un lado toda la angustia. Y es una forma de darle una válvula de escape al espectador para que salga de la angustia y pueda pensar”.

Sobre todo si el documental, que se estrenó en el pasado Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se proyecta “en el momento de la memoria, en el momento de refelxionar, de volver a pensar las cosas, porque ya pasaron 30 años. Las circunstancias son distintas, es impensable un golpe militar, pero tenemos una policía muy fuerte y los códigos están dados de otra manera”.

No creo en la objetividad
Tratamos, añade, “de no mostrar la historia de las madres como si fuera del pasado. No es sobre lo que sucedió, sino sobre lo que sigue pasando”, por eso la película coincide con la visita de George W. Bush a Argentina y se señala la responsabilidad de Estados Unidos en el golpe militar y el Plan Cóndor.

“Hablan de sus hijos, de la desaparición, de la búsqueda, de los resultados de esa búsqueda, de lo que ellas han hecho en todo este tiempo. Las madres de Plaza de Mayo no existirían si no hubiera desaparecidos.”

Amigo de las 17 mujeres que retrata en el filme, Walger se aparta intencionalmente de la objetividad: “no creo en ser objetivo porque siempre en la vida hay un punto de vista, un lugar desde donde miras, y más si esa mirada se hace a través de una cámara. No creo en la objetividad del documentalista, pero sí creo que se trata de ser ecuánime”.

Lo mejor de todo es que gracias a este documental, y a otros que rescatan lo ocurrido entre 1976 y 1983, los jóvenes están entrando en el debate y la reflexión. “Se acercan y preguntan porqué; aunque ellos no lo vivieron, sí viven las consecuencias. Escuchan hablar de un país que tenía riqueza natural, petróleo, gas, alimentos y dicen: ‘Lo que me dejaron ahora, ¿qué es?’”

De interés educativo
En ese sentido, desde que se estrenó el documental fue declarado “de interés educativo” en la capital argentina y posiblemente ocurra lo mismo en otras partes del país. Eso significa, explica, que los chicos van a empezar a verla. “Queremos que se difunda como un elemento de lucha por los derechos humanos”.

Eduardo Walger continuará con esa línea de rescate. Ya trabaja, junto con su equipo, en un documental sobre la Operación Cóndor, en el que también colaborará la periodista Stella Calloni, corresponsal de La Jornada en Argentina.

¿Y qué pasará con el material que no se incluyó en Madres? En el futuro se editará un documental de seis horas, porque aún falta contar la infancia y juventud estas mujeres que siguen luchando.


“Madres es una película de amor, es parte de la búsqueda de justicia en todos los sentidos.”

No hay comentarios: